martes, 27 de abril de 2010

Apariencia de piedad

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3:1-5)

No es de extrañar que el autor haya dicho estas palabras, menos hoy en día que el tema de los abusos cometidos por sacerdotes está tan de moda. Hombres que aprovechando la "santidad" que le confiere su título vulneran la inocencia de niñ@s y jóvenes que no tienen defensa alguna. No puedo generalizar, pero sí da para pensar que much@s defiendan a sus líderes espirituales a toda costa sin cuestionamiento alguno, que una autoridad católica desvirtúe el tema vinculando la pedofilia con la homosexualidad y que feligreses lleguen a insultar o agredir a periodistas que tratan de investigar más al respecto. Parece ser que algun@s se esfuerzan más por defender a sus autoridades, dogmas e instituciones que a las víctimas, tal como los fariseos defendían su imagen y costumbres, y no al pueblo.

Es tiempo de pensar si realmente el celibato sacerdotal obligatorio es de bendición para el mundo, no por mero capricho, sino porque no es algo bíblico, más bien podemos encontrar lo siguiente respecto al tema:

Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.  (1 Corintios 7:8, 9)

No se trata de atacar a la iglesia católica apostólica romana, sino de aprender de estos errores para mejorar y volver al verdadero evangelio de Cristo que bastante manoseado está ya.

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